Cercar

jueves, 23 de octubre de 2025

domingo, 12 de octubre de 2025

Fue domingo en las claras orejas de mi burro - César Vallejo

 

Fue domingo en las claras orejas de mi burro,
de mi burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)
Mas hoy ya son las once en mi experiencia personal,
experiencia de un solo ojo, clavado en pleno pecho,
de una sola burrada, clavada en pleno pecho,
de una sola hecatombe, clavada en pleno pecho.

Tal de mi tierra veo los cerros retrasados,
ricos en burros, hijos de burros, padres hoy de vista,
que tornan ya pintados de creencias,
cerros horizontales de mis penas.

En su estatua, de espada,
Voltaire cruza su capa y mira el zócalo,
pero el sol me penetra y espanta de mis dientes incisivos
un número crecido de cuerpos inorgánicos.

Y entonces sueño en una piedra
verduzca, diecisiete,
peñasco numeral que he olvidado,
sonido de años en el rumor de aguja de mi brazo,
lluvia y sol en Europa, y ¡cómo toso! ¡cómo vivo!
¡cómo me duele el pelo al columbrar los siglos semanales!
Y cómo, por recodo, mi ciclo microbiano,
quiero decir mi trémulo, patriótico peinado.

autógrafo

César Vallejo



sábado, 11 de octubre de 2025

Me sobra el corazón - Miguel Hernandez

 

Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.

Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos de mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.

No puedo con mi estrella.
Y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.

Si no fuera ¿por qué?… no sé por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y relatos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.

Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.

Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No véis mi boca qué desengañada,
qué inconformes mis ojos?
Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?

Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.

Me sobra corazón.

Hoy descorazonarme.
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.

No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.

domingo, 7 de septiembre de 2025

“mind and heart” by Charles Bukowski

 

unaccountably we are alone
forever alone
and it was meant to be
that way,
it was never meant
to be any other way–
and when the death struggle
begins
the last thing I wish to see
is
a ring of human faces
hovering over me–
better just my old friends,
the walls of my self,
let only them be there.

I have been alone but seldom
lonely.
I have satisfied my thirst
at the well
of my self
and that wine was good,
the best I ever had,
and tonight
sitting
staring into the dark
I now finally understand
the dark and the
light and everything
in between.

peace of mind and heart
arrives
when we accept what
is:
having been
born into this
strange life
we must accept
the wasted gamble of our
days
and take some satisfaction in
the pleasure of
leaving it all
behind.

cry not for me.

grieve not for me.

read
what I’ve written
then
forget it
all.

drink from the well
of your self
and begin
again.

Bukowski, Charles. Come On In!: New Poems. New York: Ecco (An imprint of HarperCollins Publishers), 2006.

 

Inexplicablemente estamos solos
solos por siempre
y así es como debía ser,
nunca debió ser
de ninguna otra manera;
y cuando empiece la lucha de la muerte
lo último que quiero ver
es
un coro de rostros humanos
rondándome;
prefiero que sólo estén mis viejos amigos,
los muros de mi ser,
que sólo estén ellos.
he estado solo pero rara vez me he
sentido solo.
he saciado mi sed
en el pozo
de mi ser
y el vino era bueno,
el mejor que he bebido,
y esta noche
sentado
contemplando la oscuridad
por fin entiendo
la oscuridad y la
luz y todo lo que hay
entre una y otra
la tranquilidad de la mente y el corazón llega
cuando aceptamos lo que
hay:
habiendo
nacido en esta
extraña vida
debemos aceptar
la apuesta perdida de nuestros
días
y alegrarnos en cierta medida
del placer que supone
dejarlo todo
atrás.
no llores por mí.
no llores mi pérdida
lee
lo que he escrito
y luego
olvídalo
todo.
bebe del pozo
de tu ser
y empieza
de nuevo.
"Mente y corazón",  último poema de Charles Bukowski.